COVID-19 has provoked a major economic and social crisis characterised by its selective impact, as some sectors have been more resilient to the pressures of the crisis, while others have quickly succumbed to it. At the same time, the social divide has widened significantly: more unemployment, more social inequalities. However, COVID-19 has also meant the emergence of new business opportunities: territorial processes related to the improvement of quality of life or to the needs arising from digitalisation or distance learning have accelerated. These are turbulent times, of great uncertainty and, of course, of territorial demands. This publication carries out a general analysis of the situation of the labour market in the Valencia Region by means of some variables that allow us to identify its current scenario and how the pandemic, since its outbreak at the beginning of 2020, has influenced the conditions of both the demand and supply of employment. A scenario defined by the evolution of the economy, training and education levels, the sectoral structure of employment, the precariousness of employment determined by temporary employment and working hours, and territorial characteristics.El COVID-19 ha provocado una gran crisis económica y social caracterizada por su impacto selectivo, pues algunos sectores han resistido mejor las presiones de la crisis, mientras que otros sucumbieron rápidamente a esta. Así mismo, se ha incrementado notablemente la brecha social: más desempleo, más desigualdades sociales. Sin embargo, el COVID-19 también ha supuesto la aparición de nuevas oportunidades empresariales: se han acelerado los procesos territoriales relacionados con la mejora de la calidad de vida o con las necesidades surgidas por la digitalización o la formación a distancia. Son tiempos convulsos, de una gran incertidumbre y, por supuesto, de reivindicaciones territoriales. En esta publicación se lleva a cabo un análisis general de la situación del mercado laboral de la Comunitat Valenciana mediante algunas variables que permiten identificar su actual escenario y cómo la pandemia, desde su irrupción a principios del 2020, ha influido en las condiciones tanto de la demanda como de la oferta del empleo. Un escenario definido por la evolución de la economía, los niveles formativos y educativos, la estructura sectorial del empleo, la precarización laboral determinada por la temporalidad y la jornada de trabajo, y las características territoriales.