El final del proceso de transferencias del Estado a la Generalitat Valenciana: "un cierre político". 3 de octubre de 1985. Habían pasado solo siete años desde que Real Decreto 10/1978, de 17 de marzo, inició la creación legal del País Valenciano a través del Consell Preautonòmic del País Valencià, que terminó con la publicación de la Ley Orgánica 2/1982, por el que se accedía al Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana. Tres años después, tras la victoria socialista de octubre de 1982, se firmaba el fin de las transferencias estatutarias del Estado a la Generalitat Valenciana. Para el Gobierno socialista de España, en declaraciones del ministro de Administración Territorial Félix Pons:" Hasta ahora son 13 las comunidades autónomas que han finalizado su proceso de transferencias: Murcia, Asturias, Aragón, Castilla La Mancha, Extremadura, Castilla León, Rioja, Cantabria, Baleares, Andalucía, Comunidad Valenciana Canarias y Madrid", siendo la valenciana la primera que alcanzó su techo competencial, de las no históricas. La Generalitat valoraba el grado de autonomía valenciana y competencias al mismo nivel, o similares, al de Cataluña, País Vasco o Galicia, comunidades que alcanzaron su autogobierno por la vía del 151, si bien la valenciana carecía de capacidad de disolver el parlamento como Cataluña o el País Vasco; competencias de orden público (Cuerpo de Policía Autónoma Vasca, la Ertzaintza, o Mossos d'Esquadra de la Generalitat catalana), entre otros aspectos.El 3 de octubre de 1985, a las 12 horas, en el salón Dorado del Palau de la Generalitat se celebraría le firma del cierre del proceso de transferencias a la Comunidad Valenciana, con la asistencia del vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, y de la secretaria de Estado para las Comunidades Autónomas, María Izquierdo, que sustituía al ministro Félix Pons. Populares y comunistas discrepan. No todos los partidos estaban de acuerdo con firmar las transferencias. Alianza Popular declaraba que: "Estamos absolutamente disconformes con la firma del acuerdo", y anunciaban que no asistirían al acto de cierre de las transferencias. Vicente Zaragozá, portavoz del Grupo Comunista de las Cortes, informaría que su grupo no asistiría al acto de la firma, y que se debía aplazar el acto solemne de la firma cuando las transferencias se hubieran ultimado. Pero no solo disentían de la firma la oposición, AP y PCE, también sectores del propio PSPV manifestaban en privado su desacuerdo. Rafael Fernández Guerrero, catedrático de Dirección de Empresas de la Universidad de Valencia, y en la época miembro de la Comisión Mixta de Transferencias de la Generalitat, apunta sobre el proceso de negociación: "Se transfería con prisas y con poco rigor". La firma del cierre de las transferencias, sin haber cuantificado las mismas, dejó a la Generalitat en una situación complicada. El Estado contaba con la información y técnicos que sabían lo que negociaban. La Generalitat ni tenia los datos ni la experiencia para evaluar correctamente lo que le transferían con una visión de futuro. Eran momentos en los que contaba más tener la transferencia que conocer si con los presupuestos transferidos serian sostenibles los servicios. La decisión era "política", y precipitada.¿Estaban bien financiadas las trasferencias del Estado a la Generalitat? No. La Comunitat Valencian tiene un déficit crónico estructural financiero de 15.000 M€. ¿Qué se ha avanzado de 1982 a 2015 sobre la necesidad de una financiación justa para la Comunidad Valenciana? ¿Cómo valorar a los partidos que han gobernado durante 33 años -PSOE/PP- sobre la infrafinanciación valenciana? Blanco y en botella. Fracaso del bipartidismo. La deuda de la Generalitat es de 43.640 millones de euros, la segunda más elevada de España (41,7% del PIB autonómico), y el porcentaje más alto de todas las CC.AA. "Recibimos 800 millones de euros anuales menos de los que nos corresponden. Y la deuda histórica asciende a más de 15.000 millones desde el año 2002" según el Sindíc de Comptes Vicent Cucarella (2016). Han pasado seis presidentes de la Generalitat y la Comunitat sigue infrafinanciada ¿Hasta cuándo?